Adolfo Pérez Esquivel (1931) nacido en la Ciudad de Buenos Aires, Profesor y luchador destacado por los Derechos Humanos es parte de la Universidad de Buenos Aires y una vos consultada en todo el mundo. Aqui Ciudad te cuenta lo mas importante de su vida y obra.
Adolfo Pérez Esquivel es un destacado activista argentino de derechos humanos, escultor y arquitecto, nacido el 26 de noviembre de 1931 en Buenos Aires. Es conocido principalmente por su incansable lucha por la justicia social y los derechos humanos en América Latina, lo que le valió el Premio Nobel de la Paz en 1980. Su vida y obra representan un compromiso profundo con los principios de no violencia y solidaridad con los oprimidos.
Infancia y Educación
Pérez Esquivel nació en una familia de origen humilde. Su padre era pescador y su madre, de ascendencia guaraní, falleció cuando él era muy pequeño. Esta pérdida marcó profundamente su infancia. Desde joven, mostró un talento artístico que lo llevó a estudiar en la Escuela Nacional de Bellas Artes Manuel Belgrano y la Escuela Superior de Bellas Artes de la Nación Ernesto de la Cárcova en Buenos Aires, donde se formó como escultor y arquitecto.
Inicios en el activismo
Durante la década de 1960, Pérez Esquivel se involucró en movimientos sociales y organizaciones de base que trabajaban por la justicia social y los derechos humanos en América Latina. En 1973, dejó su puesto como profesor de arquitectura y arte para dedicarse por completo a la defensa de los derechos humanos, fundando el Servicio Paz y Justicia (SERPAJ) en 1974. SERPAJ es una organización que promueve la no violencia y trabaja en la defensa de los derechos humanos, la justicia social y la paz en América Latina.
Lucha contra la Dictadura
La dictadura militar que gobernó Argentina entre 1976 y 1983 fue uno de los periodos más oscuros en la historia del país. Durante este tiempo, Pérez Esquivel se convirtió en una figura central en la resistencia no violenta contra el régimen, documentando y denunciando las violaciones de derechos humanos, incluidos los secuestros, torturas y desapariciones forzadas de miles de personas. Su trabajo con SERPAJ lo puso en grave peligro; en 1977, fue arrestado por las autoridades militares y pasó catorce meses detenido sin juicio, durante los cuales fue torturado. Sin embargo, la presión internacional y las campañas de organizaciones de derechos humanos lograron su liberación en 1978.
Premio Nobel de la Paz
En 1980, Pérez Esquivel fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz en reconocimiento a su valiente y perseverante lucha por los derechos humanos y la justicia social en América Latina. En su discurso de aceptación, dedicó el premio a los pueblos de América Latina, subrayando la importancia de la solidaridad internacional en la lucha contra la opresión y la injusticia.
Continuación del activismo
Tras recibir el Nobel, Pérez Esquivel continuó su labor incansable en defensa de los derechos humanos. Se ha pronunciado en contra de las violaciones de derechos humanos no solo en Argentina, sino en todo el mundo. Ha trabajado en la defensa de los pueblos indígenas, denunciado la militarización y la explotación de los recursos naturales, y ha sido un fuerte crítico de las políticas neoliberales que, según él, perpetúan la pobreza y la desigualdad.
Obras y publicaciones
Además de su activismo, Pérez Esquivel es un prolífico escritor y artista. Ha publicado varios libros sobre derechos humanos, no violencia y política latinoamericana, incluyendo «Caminando Junto al Pueblo», «El Cristo en el Poncho» y «Una Gota de Tiempo». Sus escritos reflejan su profunda fe cristiana y su compromiso con la teología de la liberación, una corriente teológica que sostiene que el cristianismo debe involucrarse en la lucha por la justicia social.
Reconocimientos y Legado
A lo largo de su vida, Pérez Esquivel ha recibido numerosos premios y reconocimientos, además del Nobel de la Paz. Entre ellos se encuentran la Medalla de Oro del Congreso Nacional de Brasil, el Premio de la Paz de la Fundación Memoria del Holocausto y la Medalla de la Paz de la UNESCO. En 2016, fue distinguido con el Premio Memorial Per la Pau Josep Iborra de la Comunidad Valenciana, en reconocimiento a su trayectoria en la promoción de la paz y los derechos humanos.
Perspectivas actuales
A sus más de 90 años, Adolfo Pérez Esquivel sigue siendo una voz activa y respetada en el ámbito de los derechos humanos. Continúa participando en conferencias, escribiendo artículos y apoyando causas sociales.
Filosofía de vida
La filosofía de Pérez Esquivel está profundamente arraigada en la tradición de la no violencia, influenciada por figuras como Mahatma Gandhi y Martin Luther King Jr. Cree firmemente en la capacidad de los pueblos para cambiar sus propias realidades a través de la acción colectiva y pacífica. Su enfoque integrador combina elementos de la espiritualidad, la ética y la política, siempre con un fuerte compromiso con la dignidad humana y la solidaridad.
Conclusión
Adolfo Pérez Esquivel es una figura emblemática en la lucha por los derechos humanos y la justicia social. A lo largo de su carrera, ha demostrado que el cambio social es posible a través de la acción pacífica y el trabajo colectivo. Su legado perdura no solo en las instituciones y movimientos que ayudó a fundar, sino también en las innumerables vidas que ha tocado e inspirado con su ejemplo de valentía y compasión.
Pérez Esquivel nos recuerda la importancia de mantenerse firme en la lucha por un mundo más justo y humano, y su historia es un recordatorio poderoso de que incluso en los tiempos más oscuros, la resistencia pacífica puede ser una fuerza transformadora y victoriosa.




