El Gobierno Nacional intenta hacer el cambio en el transporte público de la Ciudad. La idea es traspasar la jurisdicción al distrito capital.
Esta propuesta surge en el marco de la reorganización del sistema de transporte público en la ciudad de Buenos Aires, con el objetivo de mejorar la eficiencia y calidad del servicio. El gobierno nacional busca transferir la gestión de estas líneas a la administración porteña, lo que permitiría una mayor coordinación entre los diferentes medios de transporte y una mejor planificación del sistema.
La transferencia de estas líneas incluirá también la disposición de los recursos materiales y humanos necesarios, como unidades de transporte, talleres, garajes y personal técnico y administrativo. Además, se establecerán mecanismos de control y seguimiento por parte del gobierno nacional para garantizar el cumplimiento de los estándares de calidad y seguridad.
Esta iniciativa podría tener un impacto positivo en la experiencia de los usuarios del transporte público en la ciudad de Buenos Aires, al permitir una gestión más integrada y eficiente de las diferentes líneas de colectivos y su coordinación con otros medios de transporte como el subte y los trenes. Sin embargo, también podría generar preocupación en cuanto a la posible pérdida de empleos y la privatización de servicios actualmente provistos por el Estado.





